www.teatroengalicia.es

 Julio I. González Montañés ©

  Presentación Página de Inicio Textos Mapa Bases de Datos El autor Otras Webs

 

 

Corpus
La Coca
Las Penlas
Las Máscaras
Los Gigantes
A Coruña
Allariz
Baiona
Betanzos
Bouzas y Vigo
Chantada
Lugo
Mondoñedo
Monforte
Ourense
Padrón
Ponteareas
Pontevedra
Redondela
Ribadavia
Ribadeo
Santiago
Verín
Otras villas

 

 

La Coca

 

   Ya he mencionado que por toda Europa era frecuente sacar en la procesión del Corpus la imagen con ruedas de una serpiente-dragón, símbolo de las fuerzas demoníacas vencidas por el Sacramento. Conocida en la mayor parte de los sitios con el nombre de Tarasca, en Galicia se la denomina generalmente Coca, voz derivada del latín tardío cocatrix (cocodrilo), mientras que la castellana Tarasca lo hace probablemente del nombre de la ciudad francesa de Tarascón en la cual, según una leyenda medieval había un dragón gigante en el Ródano que aterrorizaba a la población hasta que fue vencido por Santa Marta. Dicha leyenda fue conocida en Galicia ya que aparece recogida en el capítulo CV de la Leyenda Dorada, obra muy popular mencionada frecuentemente en los inventarios de las bibliotecas gallegas desde el siglo XV y de la que se conserva un fragmento de una traducción gallega del siglo XIV.

     Los primeros testimonios europeos de Tarascas del Corpus los tenemos en Flandes en los siglos XIV-XV (Amberes, 1398, Lovaina 1411, Aalst, 1424...), aunque hay pruebas de la existencia anterior de dragones en las procesiones y rogativas de la Ascensión, que según Avito de Vienne fueron instituidas en Francia por San Marmerto en el siglo V. Estos dragones simbolizaban al diablo y eran quemados pasados los tres días de rogativas, una costumbre que se mantuvo hasta el siglo XIII de acuerdo con el testimonio del predicador francés Jaques de Vitry. Posteriormente dejaron de quemarse, pero los dragones siguieron saliendo en las procesiones de las rogativas hasta el siglo XVIII (por ejemplo el Graoully de Metz).

 

 

Serpiente-dragón con ruedas en el Salterio de Louterell (o Luttrell). Quizá la primera representación

 de una Tarasca en el arte occidental (British Library, Add MS 42130, fol. 184, ca. 1325-1340).

 

 

      En Galicia, la Coca está documentada en primer lugar en Ourense (1437), y más tarde en Santiago, Lugo, Betanzos, Ribadavia, Tui, Baiona, A Coruña, Noia y Pontevedra. Todavía permanece viva en Redondela, donde está documentada desde 1599, y en Monção (Portugal), área portuguesa en la que también existió en Coimbra, Évora, Viseu, Porto, Braga... Siempre era el gremio de zapateros el que la sacaba y frecuentemente el de mareantes con una danza de espadas el encargado de someterla, rememorando la lucha entre San Miguel o San Jorge y el dragón, trasunto a su vez de antiquísimos mitos indoeuropeos. En muchos casos y del mismo modo que sucede hoy en Redondela, la Coca salía en el contexto del Corpus pero desvinculada de la procesión, probablemente por los escándalos que provocaba, tanto por los improperios del público como por la actitud de los que la llevaban o viajaban dentro de ella que aprovechaban el tumulto para sacar los brazos por la boca u otras aberturas y sustraer objetos de las tiendas o de la gente.

    Tanto en Redondela como en otros lugares, terminada la procesión la Coca luchaba con un guerrero a caballo (San Jorge) que la derrotaba. En Redondela la representación comenzaba con un parlamento del Santo en el que se justificaba la lucha. Todavía se hace la pantomina de la justa en Monçao (Portugal) y hay noticias de ella en varias localidades gallegas (Santiago, Ourense, Betanzos, Baiona...).

    La casi total desaparición de la Coca en Galicia se debió en buena medida al efecto de las prohibiciones de Carlos III (20 de Febrero de 1777, 21 de Julio de 1780 y 10 de abril de 1782), vetando los disciplinantes, empalados [y] otros espectáculos semejantes, así como los gigantones, gigantilla y Tarasca, que solo servían para aumentar el desorden y distraer o resfriar la Devoción de la Majestad Divina… Estas diposiciones reales se pusieron lentamente en vigor por los Consistorios gallegos y, según se desprende de la documentación de Santiago, Pontevedra y A Coruña, fueron bien recibidas por los gremios, que veían así la posibilidad de librarse de los gastos y molestias que les ocasionaba la obligación histórica de organizar estos juegos.

 

Lucha de San Jorge con la Tarasca-Dragón. La Fiesta de San Jorge (detalle). Grabado de Peter Brueghell (1560) 

 

 

 

La Coca de Redondela con el aspecto que tenía en la segunda mitad del siglo XX

 

 

 La Tarasquilla de Madrid en 1663

 

 

La Coca de San Roque en Betanzos

 

 

La Coca de Redondela  en 2007

 

 

 

Lucha de San Jorge con la Coca-Dragón. Monçao (Portugal)

_____________________________________________________________________________________________________________________________________

© Julio I. González Montañés 2002-2009. Se permite el uso no lucrativo de los materiales de esta Web citando su origen.

Páginas optimizadas para una resolución de 1152 x 864 px. Pulsa simultáneamente las teclas  CTRL y + ó  -  para ajustar el tamaño si utilizas una resolución diferente